Blancanieves y los 7 Enanitos

Hace mucho tiempo, en un país muy lejano, vivía una bella princesa de nombre Blancanieves, y tenía una madrastra, la Reina, quien era una persona muy vanidosa.

Todos los días, la madrastra preguntaba a su espejo mágico:

"Espejo, espejito. Dime sólo la verdad. ¿Quien es la más hermosa de todo este reino?"

Éste le respondió:

"Usted mi Reina. Usted es la más hermosa de todas las mujeres."

Dicho eso, la Reina muy contenta se retiró.

Mucho tiempo después, la Reina nuevamente iba a hacer la pregunta de siempre a su espejo mágico:

"Espejo, espejito. Dime sólo la verdad. ¿Quién es la más hermosa de todo este reino?"

El Espejo respondió:

"La verdad es sólo una. Blancanieves es la más hermosa de todo este reino mi Reina."

La Reina muy indignada por la respuesta, se llenó de ira y envidia contra Blancanieves, así que decidió hacer una maldad muy grave, para eso llamó a su Cazador real y le dijo:

"Mi fiel Cazador. Lleva a Blancanieves al bosque. Que pasee, y disfrute del recoger flores y que se entretenga a su antojo. Luego, cuando ella esté distraída... ¡la matarás!."

"¡Pero mi Reina, es la Princesa!" - Replicó el Cazador muy sorprendido.

"¡Silencio!. Muy bien sabes que les pasa a los que me desobedecen." - Respondió la malvada Reina.

"Le ruego me perdone su majestad." - Dijo el Cazador agachando la cabeza.

"Y como prueba de que hayas realizado mi encargo, me traerás en este cofre, su corazón." - Añadió la Reina. El Cazador, partió del castillo con la Princesa.

Cuando Blancanieves y el Cazador llegaron al bosque, ella se entretuvo, disfrutó y maravilló por aquel hermoso lugar donde fueron de paseo. El Cazador mientras tanto, sólo observaba pacientemente pensando en la cruel misión que le había encomendado la malvada Reina. Y pensando muchas veces, se arrepintió y decidió decirle la verdad a la Princesa, así cómo también le dijo que huyera muy lejos para que la Reina no le haga daño. Blancanieves no podía creerlo, pero no le quedó más que huir por su propio bien. Más rato, el Cazador volvió al reino sustituyendo el corazón de la Princesa, por el de un jabalí.

Mientras tanto, Blancanieves seguía huyendo, sin sentido o dirección. Cuando se cansó de correr, se sintió muy sola, con miedo y lloró desconsoladamente hasta que de pronto, llegó la noche, y sin mucha demora, empezó a caminar nuevamente. Para su fortuna Blancanieves encontró una bella casita, y como ya hacia mucho frio, no dudo en entrar. Cuando estuvo dentro, encontró unos muebles muy pequeños, sobre la mesa habían siete platitos con siete pequeños cubiertos. Luego, al subir al dormitorio, vio siete camitas. Blancanieves estaban tan agotada de caminar por el bosque, que juntó todas las camitas y al instante, se quedó dormida sobre ellas.

Mucho mas tarde, llegaron los dueños de la casa. Eran siete enanitos que trabajaban en unas minas, y al encontrar la puerta de su casa abierta se sorprendieron, así que decidieron ver que sucedió. Uno de ellos buscó en el dormitorio y llamo a sus amigos diciéndoles que encontraron a una niña durmiendo en sus camas. Blancanieves al escuchar la bulla despertó, y tras disculparse por entrar sin permiso, contó su triste historia a los siete enanitos, luego, les pidió que la dejen quedarse con ellos. Los siete enanitos aceptaron gustosamente y luego, celebraron por su nueva amistad.

Volviendo al palacio de la Reina, ésta sonreía por ya tener el cofre con el "corazón de Blancanieves". Luego, se encaminó a su espejo y preguntó:

"Espejo, espejito. Dime sólo la verdad. ¿Ahora quien es la más hermosa de todo este reino?"

"Sin duda alguna mi Reina, sigue siendo Blancanieves" - Respondió el Espejo.

"Te equivocas." - Replicó la Reina - "En este cofre que tengo en mis manos, está el corazón de la difunta Blancanieves."

"Blancanieves está viva mi Reina." - Dijo el Espejo - "Ella vive en un bosque lejano en una pequeña cabaña. Ella sigue siendo la más hermosa. El corazón de un Jabalí, es lo que usted tiene ahí."


La Reina muy furiosa, decidió vengarse de Blancanieves, para eso, se disfrazó de inocente viejecita y partió hacia la casita del bosque que le mencionó el espejo.

Al día siguiente, Blancanieves estaba sola, pues los Enanitos habían ido a trabajar en las minas. Cuando la malvada Reina llegó, fingió ser una viejecita que vendía manzanas, y para convencerla de que le compre algunas, le ofreció una manzana que en sí, estaba envenenada. Blancanieves sin sospechar de la apariencia de la Viejecita, mordió con gusto la manzana, pero a los pocos segundos, cayó desmayada. La Reina, rió silenciosamente, y luego, huyo de aquel lugar.

Al anochecer, los Enanitos regresaban a casa, pero enorme fue su sorpresa al encontrar a Blancanieves tendida en el suelo pálida y sin reaccionar. Tras varios intentos por reanimarla, la creyeron muerta. Ella, era tan hermosa aun muerta, que decidieron construirle una urna de cristal para que todos los animalitos del bosque pudieran despedirse de ella.

Pasado unos días, un príncipe que cabalgaba un brioso corcel, llegó al lugar donde estaba los enanitos velando a Blancanieves, y al contemplarla, se enamoró profundamente, mas como estaba muerta, decidió despedirse de ella dándole un Beso en la mejilla, hasta que de repente, Blancanieves volvió a la vida. El Beso de amor que le dio el Príncipe, rompió el hechizo de la manzana envenenada de la malvada Reina.

Blancanieves, se enamoró y luego, se casó con el Príncipe. Con el tiempo lograron expulsar a la malévola Reina, y poco tiempo después, ellos, y sus amigos los enanitos, vivieron felices para siempre.


FIN
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