Hace mucho, una pareja de renos tuvo un hermoso y saludable bebe a quien llamaron Rudolf, pero, curiosamente su nariz era roja y brillante. Con el pasar del tiempo, el pequeño reno no fue muy bien recibido por sus amiguitos, pero lo que no sabe, es que pronto, su singular nariz, le traerá una misión importante, a lado del mismísimo Santa Claus.