La Hormiga y la Cigarra

Había una vez una Cigarra muy alegre y despreocupada que pasaba todo el día cantando, durmiendo y comiendo sin preocuparse nada más en eso. Mas por otro lado, su vecina la Hormiga, era muy trabajadora y recolectaba comida sin descansar. Cierto día que se daba uno de sus acostumbrados descansos la Cigarra, vio a su vecina Hormiga, y le dijo:

"¡Oye, amiga Hormiga!, ¿dime por qué trabajas sin parar ni un sólo momento?, te va a hacer daño. Ven, siéntate un rato a mi lado y disfruta de este cálido verano."

"No puedo vecina Cigarra." - Respondió la Hormiga - "No debemos ser imprudentes ya que el invierno está muy cerca, y la pereza, NO nos ayuda en nada para acumular comida. Vamos, trabaje conmigo, es por su propio bien."

"Jajajajaja..." - Rió la Cigarra - "Que buena broma amiga Hormiga. El invierno está muuuuuuy lejos. En fin, aya usted, no sabe de lo que se pierde. Mejor dormiré."

Y así, la Cigarra siguió y siguió ignorando los consejos de su vecina Hormiga durante todo el Verano. Cuando llegó el Invierno, la Cigarra no había hecho absolutamente nada por recolectar comida, así que cayo rápidamente en hambre.

Mientras lamentaba su insolencia, la Cigarra recordó las palabras que dijo su vecina Hormiga, y cómo pasaba por su casa cargada de mucha comida. Así que decidida, fue a casa de su vecina Hormiga para pedirle ayuda. Cuando la Cigarra llegó, le dijo:

"Hola vecina Hormiga. Disculpe mi atrevimiento, pero si no mas bien recuerdo, usted cargaba mucha y rica comida durante todo el Verano. Me preguntaba si podría darme algo de aquella para comer. Es que, tengo mucha hambre."

La Hormiga respondió:

"Oh, ya veo vecina Cigarra. Me gustaría ayudarle pero si no mas bien recuerdo, ¿no se reía usted de mi mientras YO trabajaba arduamente todo el Verano?, dígame, ¿Qué le impidió trabajar?"

"¿Impidió?" - Se dijo la Cigarra - "Pues... Cantar y disfrutar del todo Verano."

"Oh ya veo." - Respondió la Hormiga - "Pues en lugar de perder tanto el tiempo, mejor hubiera dedicado al menos un poco de su tiempo, en recolectar comida para el Invierno como le dije en muchas ocasiones."

Y tras decirle todo eso, la Hormiga cerró su puerta dejando a la Cigarra sin comida alguna.

Desde ese día, la Cigarra aprendió una dura lección: No burlarse de los demás, ni pasar todo el tiempo holgazaneando. Hay que trabajar y guardar comida en los momentos de escasez.


FIN

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